Pasee por el primer distrito colonial europeo en el Nuevo Mundo y admire sus edificios históricos.
Fundada por Bartolomé Colón en 1496, la ciudad de Santo Domingo fue construida casi en su totalidad durante el siglo XVI.
Ubicada en primer lugar en la margen oriental del río Ozama, fue la primera ciudad construida por los españoles durante el continente americano. Pese a ello, en 1502 fue trasladado al margen occidental del río por orden de Nicolás de Ovando, entonces gobernador de La Española, fundando así la nueva ciudad de Santo Domingo de Guzmán. Tiempo después, en 1507, la ciudad obtuvo el Real Estatuto de ser la primera ciudad europea ubicada en el Nuevo Mundo.
En 1990, la UNESCO lo declaró Patrimonio de la Humanidad, calificándolo como uno de los pueblos antiguos más bellos del Caribe.
Recorriendo las preciosas calles de la zona Colonial, descubrirás edificios de los primeros años del siglo XVI, como el Alcázar de Colón, la Catedral Primada o la Fortaleza Ozama, entre muchos otros.
Las principales calles que componen su preciado patrimonio son El Conde, Las Damas y Las Mercedes.
Se puede realizar un interesante recorrido por la zona ingresando a la ciudad por la Puerta del Conde que accede a una calle peatonal del mismo nombre ubicada frente al Parque de la Independencia y que atraviesa la zona hasta llegar al río Ozama. A lo largo de su ribera se ubican una gran cantidad de edificios coloniales que fueron testigos del resurgimiento de la ciudad y de cómo se fue expandiendo progresivamente hacia adentro. No hace falta decir que solo se pueden visitar estas notables construcciones previo pago de la entrada correspondiente.
Esta ruta inicial, terminando en la Plaza de España, te permitirá conocer los principales puntos de interés de Ciudad Colonial: lugares como el Parque Colón, la Fortaleza de Ozama, la Catedral, el Panteón Nacional o el Alcázar de Colón (Alcázar de Colón).
Destaca especialmente la puerta de “El Conde”, construida durante la segunda mitad del siglo XVII, en lo que se conocía como el antiguo Baluarte de San Genaro. En la entrada podrá leer «Dulce et decoro est pro Patria mori» (Es dulce y glorioso morir por la patria de uno). En esta misma puerta se declaró la independencia de Cuba en 1844. Además, es uno de los principales puntos desde donde se puede tomar un autobús para ir al sur de la isla, ya que allí paran numerosos autobuses, taxis y vehículos públicos.
La segunda puerta que protege la zona Colonial es la conocida como Puerta de la Misericordia o Puerta Grande, ubicada en la calle Palo Hincado. Data de finales del siglo XVI o principios del XVII, y forma parte de las murallas del siglo XVI que protegían la ciudad.
Su nombre proviene de una pequeña capilla levantada en 1842 después de los temblores que se produjeron en la zona en ese momento, siendo el lugar al que solía acudir la gente a rezar por la misericordia y el fin de los daños en sus tierras y casas.
Además de El Conde, esta puerta también fue el lugar de la proclamación de la independencia del país.
El Conde no es solo una de las calles tradicionales de la isla, sino también la única calle peatonal de Santo Domingo. Su nombre lo heredó el Conde de Peñalva, quien en 1655 impidió que los barcos británicos invadieran la ciudad.
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